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Una cena en Dans le Noir ? no sale como esperamos, simplemente porque no sabemos qué esperar. E incluso cuando creemos saberlo, al final de la experiencia nos damos cuenta de que nuestras certezas se han tambaleado.
Los sentidos cuestionados
Desde el principio, los sentidos en los que más confiamos en nuestra vida cotidiana nos son arrebatados, y la oscuridad absoluta hasta entonces desconocida se apodera de nosotros hasta el final de la cena. Ninguna búsqueda con la mirada cambiará esta situación, lo que le obligará a dejarse llevar y jugar el juego del restaurante en Dans le Noir ?.
El tacto y el oído toman el control primero. ¿Dónde estoy? ¿Quién está a mi lado? ¿Tenemos cubiertos? ¿vasos? son preguntas que sólo sus sentidos pueden responder. Después comprobamos lo que tenemos delante una vez que nuestro guía nos ha ayudado a acomodarnos, luego nos preguntamos cuántos otros clientes hay sentados en la sala, antes de darnos cuenta de que en la misma mesa en la que estamos sentados varios desconocidos están haciendo las mismas preguntas. Entonces caen las barreras y se producen intercambios sorprendentemente fluidos.
¡El gusto y el olfato no tardan en entrar en juego! Sin siquiera oírlo, el guía llega con el primer plato, olemos lo que tenemos delante y las ideas para los ingredientes nos invaden. Las certezas adquiridas gracias al olfato se van tan rápido como llegaron durante la degustación, ¡haciendo que el ejercicio sea tan divertido como desconcertante!
Una nueva visión de la vida cotidiana
Entre adivinanzas y degustaciones, los intercambios con nuestro camarero-guía fluyen con naturalidad. Poco a poco, nos damos cuenta de que la situación en la que nos encontramos, tan inquietante, es en realidad la vida cotidiana de la persona sencilla y de buen corazón que garantiza nuestra seguridad en esta sala oscura.
En realidad, los papeles se invierten: mientras que nosotros podríamos estar en condiciones de ayudar a una persona con discapacidad visual en la calle, aquí dependemos de su presencia para el más mínimo movimiento.
Ponemos en perspectiva nuestras preocupaciones cotidianas durante este momento fuera del tiempo, hasta que volvemos a la luz para obtener las respuestas a algunas de nuestras preguntas.
En definitiva, más allá de la experiencia culinaria, la cena Dans le Noir ? también representa una experiencia humana e intemporal que recordamos.
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Puede reservar todos los jueves, viernes y sábados por la noche de 19.00 a 21.00 h.
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